Acorralados por el Gobierno del PP

Un día nos despertamos con el PSOE y descubrimos que éramos más pobres, así como se lo cuento. A veces no hace falta porcentajes ni tecnicismos financieros para explicar que esta crisis que no termina. Atrás van quedando los sofás de piel, la televisión de pantalla plana, el ordenador y los cuadros de grandes pintores, sin lujos pero con las señales inequívocas de un “bienestar financiado” con créditos y con sueldos del sector público; ahora, recorte drástico de los salarios, subida de impuestos y un Gobierno del PP desesperado por recaudar fondos que tapen la sangría de las Arcas del Estado, sobre todo, para calmar los más exasperados miembros del mercado por la falta de progresos.

Hasta ahora un empleo de funcionario era garantía de un sueldo decente, superior al privado, pero ahora ha dado un vuelco y por primera vez, se teme por el empleo, sobre todo los “interinos”. La crisis y el buen acierto de los votantes nos han traído miedos que han entrado en el alma de una sociedad agotada de recibir a diario malas noticias y que se está enfrentando “a lo desconocido del PP” porque nadie sabe, si existe vida después de la bancarrota y después del euro.

Imagen: Corral de ovejas. Si el pueblo (ciudadanos) es igualito pero sin lana.