LES LLAMAN SALVADORES, ¿DE QUÉ?

viernes, 4 de noviembre de 2011

Con una inusitada arrogancia dicen que el 22-M “arrasaron” con la promesa de generar empleo y restituirnos los logros sociales, que según ellos, arrebataron los socialistas, y miren ustedes por donde, estos salvadores, nos están destruyendo la “ENSEÑANZA PÚBLICA”, nos están destruyendo la “SANIDAD PÚBLICA”, la “Ley de DEPENDENCIA”, y otras muchas lindezas de la derecha que más nos vale callar, amén del “CATASTRO”, precisamente en estos momentos económicos dificilísimos para “sablearnos” aún más, mientras eximen a ciertos organismos y a la muy santa madre Iglesia, sin que les tiemble el pulso en privatizarlo todo; multiplicar por dos el valor catastral de las viviendas para que se “jodan” (perdonen la expresión), los pobres propietarios en general, aún a sabiendas de que el precio de las mismas, según el sacrosanto mercado que tanto defienden ha bajado nada más ni nada menos que un 40% de su pasado valor. ¿No sería más justo bajar los impuestos y cobrar a los exentos? Ahora con el famoso programa camuflado, como los guerrilleros de Cristo Rey, recurren, como siempre, a la fe del carbonero para que nos creamos que ellos son la “solución” del problema y si nos descuidamos los del mundo entero. ¡Ah! Y a la hora de votar, si no es para ellos, que el voto sea en “blanco” para que gobiernen en mayoría absoluta, porque ellos, son expertos conocedores de este pueblo soberano nuestro al que un día recibió a Cristo con palmas y vítores para condenarlo después a muerte, terminando ahora pidiéndole perdón. Han pasado XXI siglos y la historia se repite, en este caso, cada cuatro años ¡que se le va hacer, si Dios lo quiere así!

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Sobre este blog

"Soy humano; nada humano me es ajeno". Terencio

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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