MURIÓ EL PERRO Y NO DESAPARECIÓ LA RABIA ¿POR QUÉ?

Porque ni con el cambio ni con la llegada del Sr. Rajoy a la presidencia del Gobierno de España, lejos de otorgar la tan prometida confianza en la economía española, no ha sido así y para que no hubiese dudas, así lo manifestó el Sr. José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea al recalcar que hace falta decisiones importantes que contribuyan al desarrollo del proyecto europeo.

También el todopoderoso Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal y arzobispo de Madrid pide serenidad, aciertos y espíritu de servicio para que los asuntos materiales no se vean envueltos en los espirituales, como el aborto, homosexuales, matrimonio gay que toca a deshacer la derecha eclesiástica. Los milagros no existen, según De Cospedal,  pero para la iglesia sí.

La crisis cambia ocho gobiernos en Europa: Reino Unido, Irlanda, Portugal, Holanda, Dinamarca, Grecia, Italia y ahora España. El fenómeno económico se llevó todo por delante y muerto el perro se acabó la rabia, pero no fue verdad. Los inversores siguen inmersos en las dudas sobre cómo se resolverá la crisis de la deuda soberana que los citados países aceleran para arreglar sus cuentas públicas, pero no aparece el “fontanero adecuado” para tapar los agujeros.

La reunión del PP a puerta cerrada, “los milagros no existen” hizo aparecer un llamamiento a la Unión Europea para que diseñe una estrategia contra la crisis ya que España no puede financiar al 7% su deuda, mientras tanto, el Sr. Rajoy acuerda con el Sr. Zapatero el traspaso y elige a Soraya Saénz de Santamaría, para “pilotar” el traspaso “modélico” de poderes en boca de la señora Santamaría que según De Cospedal aliviará la presión de los mercados y aliviará la sensación existente del cambio de gobierno, pero ¿no se darán cuenta que el dinero no tiene ni color ni partido político?

Imagen: El roto