URGENTE PARA ANTES QUE AYER

Sí, sí, necesitamos urgentemente líderes que se anticipen a los graves problemas que se nos avecinan para ganar tiempo. Hace cuatro años decían que teníamos un sector financiero sólido, o el más sólido del mundo y al saneamiento de las cajas de ahorro había que añadirle el de los bancos, como Alemania y Francia, donde comienza a desgranarse en una espiral, sin fin, en el que la deuda, el crédito, el anémico crecimiento es un auténtico engaño.

Escribió Galbraith en su “Historia de la Economía”: “He aquí otra gran constante de la vida económica: cuando se trata de elegir entre desastre definitivo y las reformas conservadoras que podrían evitarlo, lo más frecuente es que se opte por lo primero”. ¿Cómo va, por ejemplo, transmitir la Unión Europea sosiego y confianza a los mercados con sus movimientos perezosos, erráticos y contradictorios? Y lo que no es explicable es, la proclama que el pago de los desmanes no recaerá sobre el contribuyente, hace copartícipes de la situación a los bancos, a los que por detrás apuntala con dinero público. Hagan algo y háganlo ahora, reclamaba el multimillonario George Soros, en representación de 1.300 empresarios y ex políticos para que la Unión Europea estabilizara la “eurozona”, pero el EURO es una realidad política y no económica y por lo tanto, le falta el respaldo fiscal común y responde a costes laborales diversos y a desequilibrios divergentes que lo debilitan. En los años en que duró la borrachera de barra libre del dinero barato, a la primera de cambio, zozobró.

Los ministros de finanzas y de los banqueros centrales del G-20 evidenciaron que la situación europea, por la deuda soberana, es una preocupación capital de todas las grandes economías del mundo y quieren desatascar una solución para Grecia y perfilar el proceso de recapitalización de la banca para que Europa emprenda el control de los riesgos en los sectores financieros sobre todo en Alemania y Francia.

Imágen: George Soros