CRUCE DE CAMINOS

Este mundo se ha quedado pequeño gracias a las nuevas tecnologías y a las facilidades existentes para viajar por motivos profesionales o de ocio. En el pasado siglo XX, por si no lo recuerdan, se rompieron las fronteras, en unos casos con éxito y en otros con grandes dramas y tragedias que ha recogido el siglo XXI.

Empecemos: Hoy, llegan a nuestras costas, personas, no individuos, donde viven no pueden alimentarse ni alimentar a sus familias: “los inmigrantes”. Muchos fuimos inmigrantes, palabra dignísima en todas sus dimensiones, a pesar de que la derecha y ciertos nacionalistas los consideren de segunda clase.

Hoy, en las antevísperas de elecciones generales, esta derecha y ciertos nacionalistas, se acordarán, por conveniencia del voto, unos porque han adquirido nuestra nacionalidad y otros porque tienen derecho al voto y hay que aprovecharlo, que todo vale.
Hoy, solo tenemos que mirar y reconocer a las personas como tales y no como individuos, sin atender a su procedencia ni a los que puedan tener o no.

Hoy, nuestra juventud mira con avidez más que nunca las ofertas de empleo de otros países y queremos que allá donde se encuentren sean tratados con dignidad e igualdad de trato.

Hoy, tenemos un peligro evidente con la derecha y otros extremismos y es que nos etiqueten haciéndonos perder derechos y seguridad promoviendo, como insinúan, las desigualdades en el trato social, y las oportunidades que se vislumbran, entre dientes de unos y sonrisitas de otros, verbigracia, las del señor Pons o la de Esperanza Aguirre, solamente para no perder los votos.

Los sondeos realizados por los medios de comunicación dan vencedor al señor Rajoy, así del programa, Cara a Cara, Alfredo Pérez Rubalcaba ha llegado derrotado por las encuestas muy desfavorables y salía reconstruido. Sin embargo, el señor Rajoy llegaba “sobrado” con una gran ventaja, que Dios quiera que no se cumpla, para suerte de la mayoría de los españoles.

Imagen: Emigración gallega