LA MUERTE DEL CAPITALISTA, NO DEL CAPITAL

miércoles, 5 de octubre de 2011

Por fin los “indignados” llegaron a los EE.UU. con el movimiento “Occupy wall street”; se han paseado por el centro financiero de Nueva York y muchos de ellos disfrazados de “zombis corporativos” simbolizando la muerte del capitalista -no del capital- y los bancos y corporaciones, precisamente en un día de lluvia y ante el despliegue de las Fuerzas de Seguridad. Los “malvados indignados” recorrieron el barrio financiero pasando por las sedes de la Bolsa de Nueva York y de la Reserva Federal con abundancia de caras pintadas y máscaras zombis, al igual que los “indignados de España” necesitan representación del mismo Gobierno al que llevaron al poder o quieren que el poder sea de nuevo nuestro y no parte de un interés corporativo.

Es, al parecer, la tercera semana de protestas y celebraron la marcha en un ambiente distinto al fin de semana, cuando la policía detuvo nada menos, que a 700 indignados en su marcha sobre el Puente de Brooklyn, al grito de: “DESPUÉS DE LA PRIMAVERA ÁRABE, LLEGA EL OTOÑO AMERICANO” y otra: “A LOS BANCOS LOS RESCATARON, A NOSOTROS NOS TIMARON”. ¿Qué les parece?

Parece ser que en esta semana está previsto por los “indignados”, nuevas concentraciones similares en numerosos puntos de los EE.UU. desde Baltimore hasta Hawái.

El 15-M se extiende por los EE.UU. y todos esperamos que siga por todas partes del planeta despertando las conciencias, buscando ese “justo medio” para toda la HUMANIDAD así de grande, porque ese pueblo llano y soberano se halla al borde del abismo mientras los bancos, por ejemplo, el Dexia, franco belga, acuciado por su exposición a la deuda griega, está al borde de tener que ser rescatado otra vez. En el año 2.008 recibió 6,400 millones y “los sin trabajo y pobres de solemnidad” ¿qué recibieron?

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"Soy humano; nada humano me es ajeno". Terencio

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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