EL PROBLEMA DE LA CRISIS EN ESPAÑA, EXIGE UNA SOLUCIÓN SOCIAL URGENTE.

jueves, 7 de julio de 2011

Democracia real, no tiene nombre ni afiliación política alguna, aunque actualmente aparezcan adhesiones de organismos de toda condición. Tampoco Frachega. Democracia real, es una organización que no tiene líderes, gestada por las sociales de insatisfechos y que el pasado 15 de mayo se plantó en plataforma.

Democracia real, se hizo, desde esa fecha, un hueco en la historia de la política de este país, al concentrar en 60 localidades de España, alrededor de 150.000 personas de toda clase y condición, que venían sosteniendo con “resignación” y en equilibrio un vaso de agua lleno a rebosar de motivos para esta INDIGNADOS.

Los hijos “ni-ni” y los 15 M no han sido la chispa que hizo saltar el polvorín, sino la culminación de un proceso acumulativo de descontento general y rabia. Hasta no hace mucho, el ciudadano se creía que ir a la universidad, formarse, saber idiomas o hacer un máster ya era suficiente para un buen puesto de “funcionario” o un buen puntal en una multinacional, bien remunerado, pero poco a poco se dieron de bruces con la realidad e incluso mucha formación no fue suficiente para lograr un puesto “precario” y temporal. Este es en parte el motivo de los desilusionados. Reflexionaron y se pusieron a pensar que había que hacer algo, contra los gobernantes de uno y otro partido corruptos, la explosión de la burbuja hipotecaria, la crisis económica financiera y los grandísimos beneficios bancarios y cajas mal llamadas de ahorro ¿para quién? o ¿para quienes? a cambio de las deudas de los hogares, pequeñas y medianas empresas que ven morir sus ilusiones día a día.

La juventud tiene el deber de ser el revulsivo de la sociedad y reivindicar derechos y protestar.

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Sobre este blog

"Soy humano; nada humano me es ajeno". Terencio

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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