¡PUEBLO DESUNIDO SIEMPRE SERÁ VENCIDO!

martes, 1 de febrero de 2011


El pueblo en general que se merece todo, hoy por hoy, no se merece nada; y no hay visos de que pueda algún día merecer algo, al menos como lo vemos hoy. Este pueblo viene funcionando de un modo individualizado, como si cada ser humano, fuese una empresa personal, como si no le interesase nada más que el "yo" sin importarle un ápice la suerte de los demás.

¡Así nos luce el pelo!

En este rio revuelto, ganancia de pescadores para los ricos de siempre, engordando, cada vez más, sus arcas y empobreciendo al pueblo, que también se lo merece.

La HUMANIDAD está harta de ver dispilfarros por doquier, tramas, máfias, privilegios, injusticias tras injusticias; esta HUMANIDAD sobrevive como puede, pero ¡eso sí! a su aire, con su "yo" individualmente dejando a los políticos y gobernantes, cada uno en su país de origen, viendose con el resto en un nivel (de aquí estoy yo) que asusta; y eso que se las ven y desean para vivir.

¡Con que soberbia vivimos, amigos!

Todos lo días vemos como nos empobrecemos más y perdemos nuestros derechos y servicios, pero cada uno a lo suyo (sin contagios, al estilo gallego): "yo estoy mal, pero como los demás también lo están, deixa que xá"...

¡Pueblo desunido siempre será vendido! Nunca mejor dicho. Algún día, Dios sabe cuando, esta HUMANIDAD protestará pacificamente contra los gobernantes y rateros del mundo, y cuantos vienen sufriendo esta vergonzosa situación que son muchísimos, alcanzarán a decirles al grupo de "todo para mí", que ya está bien, que se lleven el mejor trozo del pastel y no queden ni migajas para los demás. ¿Quiénes son los culpables? La falta de unión de la propia Humanidad, para decir ¡Basta yá!, pero para eso, cada ser humano tiene que dejar su yo, por el nosotros y eso está muy lejos, menos en Túnez y Egipto, donde el pueblo ha sabido, pacificamente, decir: "Aquí estamos nosotros".

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Sobre este blog

"Soy humano; nada humano me es ajeno". Terencio

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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