¿DE QUE TOCA HOY?: DE UN MENSAJE DE ESPERANZA.

lunes, 13 de diciembre de 2010

En este mes de diciembre del 2.010 es necesario caminar, es necesario amar y que florezca el amor en el mundo entero. Los que luchamos contra la mafia capitalista, sentimos que el amor entre los que luchamos por el "justo medio", es decir lejos de extremismos, es muy necesario e importante la SOLIDARIDAD y la FRATERNIDAD, justo lo contrario de este estúpido egoísmo que propone la clase política económica global.

A partir del próximo año 2.011 hay que luchar más que nunca. No hay milagros. Son necesarios 50 años, de trabajo, para recuperar lo perdido, con una política global honesta, con una generación de jóvenes políticos con una cabeza limpia, no contaminada de todo lo anterior, alejada de ese malholiente capitalismo inhumano de corrupción, lista para gobernar, porque los individuos del mundo quieren sentarse frente al mar, mirar el horizonte y gozar de la paz, con ganas de vivir y disfrutar del bienestar social universal. ¡Utopia! La utopia es una cosa estupenda, porque la utopia, repito, es el cielo, es amar la vida, la poesía, la música... Porque hoy, nuestra realidad de la vida es mierda. Una gran mierda.

Por eso, luchemos y transmitamos a las nuevas generaciones que están por llegar, ese caminar libre, ese amor necesario, ese luchar por la vida limpio y sano, porque mirad, una cuarta parte de la población mundial aún vive, con menos de un euro al día, rodeada de conflictos de todo tipo, organizados ¿por quienes?, de catastrofes naturales, racismo y un largo deterioro medioambiental, que todavía pese a todo, aspiran a un mundo mejor. ¿Cómo? Moviendo voluntades, despertando conciencias e ilusiones, ayudando a los que sufren, creando un nuevo sentido de justicia social global. Seriamente os digo: Pensad que si quereis un mundo que os haga feliz, sed solidarios, porque todo ello repercutirá en el propio bienestar social, de toda la comunidad mundial.

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Sobre este blog

"Soy humano; nada humano me es ajeno". Terencio

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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