JESÚS DE NAZARET NO CREÍA

Jesús de Nazaret no creía en disciplinas ni cilicios y mucho menos en jerarquía ni oropeles. Jesús era mucho más sencillo, franco y comprensivo. Este es y no otro al Jesús que conocimos de pequeños, aquél revolucionario y firme defensor de la justicia social. Aquél Jesús comprensivo, amoroso, lejos de las reacciones ultraconservadoras del Opus Dei, por ejemplo, que viola el derecho canónico y el penal al abrir la correspondencia a sus numerarios, por ejemplo, y revelar el secreto de confesión, convertida más bien en una empresa multinacional que una orden religiosa. Dicen que se debe aceptar al Papa por infalible, pero ¿qué hombre infalible es con tanto escándalo de abusos y maltratos? ¿Qué Papa infalible es el que apoya a los pederastas, al ladrón, al polígamo como Marcial Maciel, por ejemplo? ¿Dónde está el ideario ético por lo que nos regimos muchos?

Amigos: Nos hemos quedado solos.