AHORA NOS TOCA TRABAJAR COMO CHINOS

lunes, 24 de enero de 2011


Hasta no hace mucho estaba de moda la expresión de "trabajar como negros", pero ahora con este presente y futuro prometedor nos toca "trabajar como chinos". Cuando se empezó hablar de la globalización, muchos pensamos que por fin se iba a democratizar el mundo y las libertades se iban a imponer por doquier. Así los derechos humanos y la justicia social se iba a extender por toda la humanidad hasta conseguir para todos un mundo más humano y más justo. ¡craso error! ¡cuan equivocados estabamos! Cuando a diario comprobamos las precarias e inhumanas condiciones en las que trabajan los ciudadanos chinos y los paises emergentes. ¿Es este el futuro que ha elegido el poder económico-financiero mundial que nos espera? Porque no olvidemos que estos tienen la virtud de enriquecer a unos pocos y empobrecer a otros mucho. Pero ¿No les estais viendo? Aquí teneis el presente ahora aceptado muy gustosamente por unos, resignación por el resto. Toda la izquierda progresista mundial aceptando encogida y acomodada, permitiendo que el poder del dinero mundial marque el destino próximo. La historia se repite: ¡Vayase Sr. González! En España, Chávez en Venezuela, Los Castro en Cuba y así una retaila de paises al mejor estilo de Honduras y todos "a trabajar como chinos", y a consumir cuanto más mejor para engorde de la bolsa capitalista deshumanizada. No olvidemos que en el pasado mes de Diciembre fue el más adecuado para examinar cuanto decimos, consumir, consumir y consumir, en vez de disfrutar aprovechando las fiestas de Fin y Año Nuevo. Ahí nos esperaron las grandes superficies y los grandes centros comerciales de cada ciudad con "colas" hasta la bandera en las cajas y no nos damos cuenta de que nos estan volviendo locos, para despues "trabajar como chinos".

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Sobre este blog

"Soy humano; nada humano me es ajeno". Terencio

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martin Niemoller

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